viernes, 31 de enero de 2014

Cerrar puertas a la enfermedad.


Tratado el 26/09/2013.

Una forma sencilla de conocer qué puertas debemos cerrar a la enfermedad, es cumpliendo de la manera más rigurosa posible las medidas preventivas.
Si nos fijamos un poco veremos que nos marcan qué puertas no es conveniente que permanezcan abiertas y por lo tanto debemos hacer lo posible por cerrarlas.


Cómo podéis observar, estas recomendaciones van formando un conjunto entre todas ellas, entrelazándose de tal forma, que se convierten en el mejor escudo contra la ludopatía a favor del enfermo y quienes intentan controlar de la mejor manera posible sus tentaciones y el acceso al juego.
Por supuesto siempre que se pueda es conveniente ampliar dichas medidas, aumentando las que se consideren necesarias para nuestro fin; pero en ningún caso es bueno, anular o restringir alguna de ellas, puesto que pierden su efectividad al dejar huecos entre la red creada.
¿Cómo aumentar las medidas preventivas? En cada caso pueden ser necesarias unas medidas adicionales u otras, dependiendo de la trayectoria de cada jugador y de las particularidades del momento, por ejemplo:
En todos los casos es conveniente mancomunar las cuentas de ahorro, pero si además el jugador anteriormente a pedido algún crédito para destinarlo al juego, o al pago de deudas por motivo de éste, mancomunar las cuentas más que aconsejable, pasaría a ser
indispensable. También es conveniente revisar periódicamente los objetos de valor que tengamos en casa, joyas, colecciones, antigüedades… y si se detecta la desaparición de alguno de ellos, tomar las medidas oportunas rápidamente; dando el menor tiempo posible a que la cosa vaya a más.
En fin todas esas medidas suelen ser más que nada cosas de sentido común, pero que no por ello debemos descuidar y algo también muy importante, es tratar de no relajarnos y confiarnos rápidamente. Todos, enfermos y familiares, estamos deseando ver resultados, pero como en casi todo, para esto las prisas no son buenas .

Hasta pronto.

domingo, 26 de enero de 2014

Comportamiento del ludópata antes y después de la asociación.


Tratado el 22/09/2012.



A medida que va pasando el tiempo de permanencia en una asociación, si durante todo ese tiempo se han seguido correctamente las medidas preventivas que en las asociaciones se enseñan, los cambios en la forma de actuar, pensar y vivir, del ludópata irán experimentando un cambio prácticamente total.



  • Esos continuos cambios de humor sin motivo aparente se producirán muy de tarde en tarde, o habrán desaparecido.
  • Estará más centrado en todas sus cosas, participando en ellas de forma espontánea y sin necesidad, de que nadie le tenga que insistir una y otra vez para que las desarrolle.
  • Se marcará unos objetivos factibles y sensatos, trabajando por conseguirlos; no como antes, cuando la mayor parte de sus metas eran fantasiosas, relacionadas con el juego y por supuesto al cabo de un tiempo las abandonaba sistemáticamente al ver la imposibilidad de conseguir dichas fantasías.
  • Formará parte de la unidad familiar y tomará decisiones como uno más, sin tratar de pasar inadvertido para que nadie le haga preguntas comprometidas, o queriendo imponer sus descabelladas ideas, sin importarle los razonamientos de los demás o la situación familiar, tal como hacia antes.
  • Procurará emplear su tiempo libre, en actividades que no le recuerden actuaciones y pensamientos anteriores, que le fueron llevando poco a poco, casi sin darse cuenta a sus actividades como jugador, no frecuentando los mismos lugares y la misma gente de la que se rodeaba cuando jugaba, retomando o impulsando nuevas actividades y hobbies, como lectura, deporte, paseos,…
En definitiva, la vida irá adquiriendo o recuperando, una estabilidad emocional y familiar que le permitirá volver a ser feliz y disfrutar de los suyos.
Consiguiendo con ello que los demás miembros de la familia, también puedan recuperar la tranquilidad perdida, durante el periodo de tiempo en el que el ludópata se encuentra “poseído” por su adicción. Siendo recomendable que los familiares, le hagan notar esas diferencias positivas, estimulando de esa manera que el ludópata siga poniendo su empeño en mejorar en el día a día, sin estancarse en lo conseguido hasta el momento.
Hasta pronto.

jueves, 23 de enero de 2014

La importancia de la asistencia a terapias.


Tratado el 19/09/2013.

Poco más puedo exponer en ésta ocasión, sin tener que repetirme sobre la importancia de la asistencia a las terapias de grupo, y la atención máxima a lo que en ellas se expone. Pero como también he dicho ya en varias ocasiones, en ésta enfermedad es preciso ser muy repetitivos en cuanto a los temas de terapia se refiere.

Aún así, la gente parece no querer darse cuenta de que la importancia de la asistencia a las terapias es incuestionable, al igual que la participación en ellas, puesto que no vale de mucho ir a ellas tan solo a calentar la silla en la que nos sentamos, pero con el pensamiento y la mente puesta en otra parte o cuestión.
En ocasiones algunos compañeros no terminan de ver claro, que es en estas reuniones donde mejor y tal vez únicamente, puedan tratar de recomponer sus vidas y por ende, la de quienes conviven con ellos.
Por desgracia, ayer tuvimos un claro ejemplo de ello, un compañero con cerca de tres años en la asociación, que últimamente va a las reuniones tan solo de vez en cuando y que cuando lo ha hecho en el último año, no ha aprovechado para ser sincero y valiente (sobre todo consigo mismo) sin poder aguantar más ha confesado estar jugando esporádicamente durante todo ese último año, ayer mismo antes de acudir a la terapia incluido.
Por ello no puedo dejar de preguntarme ¿por qué? Porqué después de tanto tiempo seguimos cometiendo los mismos errores, una y otra vez. Sí, ya se que ésta es una enfermedad crónica y recurrente y que por lo tanto la recaída es algo que puede producirse y de hecho en ocasiones ocurre; pero ¿porqué empecinarnos en darle facilidades encima? No digo que casi todas las veces, sino que SIEMPRE que se produce
una recaída o en el momento inmediatamente posterior a esa recaída, alguna o algunas medidas preventivas se están incumpliendo, a veces desde mucho tiempo antes de la propia recaída, y eso ocurre por no asistir a las terapias, o hacerlo sin verdaderas ganas de participar y aprender dichas normas.

En éste caso en concreto encuentro a la persona en cuestión, más que capacitada para comprender lo que en las terapias se expone y para participar en ellas, y que en más de una ocasión, a manifestado que un día llegó a darse cuenta de que él solo, no podía salir de ésta enfermedad; pero haciendo buena la frase de que “el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra” volvió a intentarlo nuevamente por si solo, necesitando todo un largo año para darse cuenta de su error, que lastima de tiempo, sufrimiento, autoconfianza, confianza de los demás y dinero, perdidos.

De verdad espero, que al menos le sirva de lección para el futuro y a la vez a todos nosotros también, que a fin de cuentas para eso son las terapias de grupo, para aprender unos de otros, de hay su importancia.
No quiero terminar, sin decir que las terapias tienen tanto valor para los familiares, como para los propios enfermos; puesto que sin ellas los familiares se verían perdidos en el trato con la enfermedad y el enfermo, que aunque parezca lo mismo, no lo es ni mucho menos.
En ellas el familiar aprende la diferencia entre como ser implacable con la enfermedad y en cambio poder ser comprensible con el enfermo, que se pone las pilas y hace todo lo que está en su mano para rehabilitarse.

Hasta pronto.

lunes, 20 de enero de 2014

Control del dinero.



Tratado el 30/06/2013.

Como si algo quisiera darme la razón en esta cuestión, resulta que justo el día que tratamos nuevamente este tema en la asociación surge otra vez la misma cantinela, las constantes broncas a raíz de los distintos puntos de vista entre enfermos y familiares a la hora de llevar ese control. Es algo así como si se estuviese librando una batalla en pos de quien tiene el mando y la dirección en la casa, en vez de enfocarlo a un tema de necesidad y con una duración limitada al tiempo que sea necesario para poner las cosas en orden; eso sí, ese tiempo debe comprender un plazo lo suficientemente amplio y estable, como para que se pueda hablar de una rehabilitación o principio al menos de esta, y no de unos pocos meses.

Hay que ser conscientes de que no estamos hablando solo de dinero, sino de algo mucho
más difícil de recuperar, la confianza perdida. Y recuperar esa confianza, sobre todo por parte del familiar, que a sufrido varias recaídas, es muy complicado; desde luego lo que es seguro es que le llevará bastante más que unos simples meses, e incluso así, pasando tanto tiempo es posible que la confianza nunca llegue a la situación anterior a la enfermedad.
Si a eso le añadimos, que el enfermo no vaya un paso por delante facilitando el trabajo, siguiendo debidamente las medidas preventivas, “apaga y vámonos”.
Menos mal que por lo general después de un tiempo en la asociación se llega a comprender que el control del dinero es necesario y no un capricho de nadie, lo malo es que algunos para llegar a esa conclusión antes pasan y hacen pasar a sus familiares por muy malos momentos.

Hasta pronto.

jueves, 16 de enero de 2014

¿Cómo afecta la inmadurez a la ludopatía?


Tema tratado el  15/07/2013.


Ser inmaduro no quiere decir que se vaya a ser ludópata, padecer cualquier otra adicción, o algo parecido. De hecho casi todas las personas, tenemos algo de inmadurez en algún aspecto de nuestra vida, ese punto que nos lleva a dedicar tal vez más tiempo, esfuerzo y medios de la cuenta, en algo que nos gusta y por lo que en ocasiones relegamos otras cuestiones; pero eso no creo que sea malo ni mucho menos, es más a eso se le suele llamar hobby y está probado que tener hobbies u aficiones es positivo.


El problema de la inmadurez en el caso concreto a la
ludopatía, viene dado en que si a la emoción del juego y las apuestas, que ya son algo de por sí aditivos; se unen una serie de circunstancias tales como la posibilidad de jugar, (hoy en día casi en cualquier momento y lugar) la digamos mala fortuna de obtener premios en los primeros episodios de juego, le añadimos un carácter un tanto inmaduro, el cóctel formado se vuelve tremendamente explosivo y es mucho más posible que la adicción esté servida.

Tal y como expresé en la anterior vez que tratamos este tema, se puede ser inmaduro en ciertos aspectos de nuestra vida y en cambio ser concienzudos y responsables en otros muchos, como en el trabajo, con la familia y otras cuestiones. Lo malo de esto, es que una vez adquirida la ludopatía, ya no solo dependemos de nuestra voluntad, deseo y fuerza de carácter.
Desde ese mismo momento es la adicción quien cada vez con más intensidad, empieza a dominar y manipular, las acciones del afectado; potenciando su inmadurez, empujándole cada vez más y más, a la perdida total del control en sus acciones respecto al juego, llegando a las consecuencias que por desgracia todos sabemos: mentiras y más mentiras, broncas, dejadez en buena parte de sus obligaciones, pequeños y no tan pequeños hurtos y robos… En fin, la hecatombe hasta caer en el fondo del pozo y no tener más remedio que afrontar lo que pasa, o que alguien les obligue a ello.

Hasta pronto.

viernes, 10 de enero de 2014

Consecuencias de la ludopatía.


Tratado el 08/07/13.



Es posible que éste sea el tema del que más veces se ha hablado en el blog, eso se debe a que esta enfermedad tiene una gran repercusión para todos los afectados.
Cuando se llega a la asociación, tal y como no puede de otro modo, se arrastra un cúmulo de consecuencias desagradables a causa de la ludopatía.




En los enfermos, a causa de toda una serie de actos cometidos y de sentimientos, que nunca antes fueron capaces de pensar que podrían sucederles a ellos. En los familiares, dependiendo del tiempo trascurrido desde que tuvieron constancia de los hechos, hasta el momento del ingreso; un compendio de sensaciones a cada cual más desagradable: sorpresa, incredulidad, engaño y traición a la confianza depositada en ello; y cuando se conoce desde hace más tiempo, todas esas sensaciones van acompañadas de otras tantas peores aún: fracaso, hastío, cansancio, desesperación…





Es como si las relaciones que les unen, de pronto estallasen en mil pedazos y nunca más volverán a ser iguales.



Una vez que se comienza con el proceso de rehabilitación, lo cual implica seguir correctamente una serie de medidas preventivas, (no tan solo el simple hecho de ir a las terapias sin más) y va transcurriendo el tiempo; se empiezan a notar ciertos cambios positivos en esas malas sensaciones.
Al ir asimilando que lo que ocurre es a causa de una enfermedad y sus consecuencias y no por un capricho o vicio, ver que se están tomando las medidas adecuadas y que estas dan sus primeros frutos; se empieza a percibir una especie de luz al fondo del camino, un rayo de esperanza que nos renueva las fuerzas para seguir paso a paso, hacia la meta propuesta: la rehabilitación.

Al cabo de los años, si la rehabilitación es buena; echando la vista atrás uno se da cuenta que la relación que se mantiene en éste momento, es aún mejor que la que se tenia antes de todo el largo proceso transcurrido, más fuerte, más intensa, más completa. En caso contrario, seria conveniente repasar los pasos dados y ver si efectivamente hemos hecho todo lo posible por lograrlo.

Hasta pronto.

lunes, 6 de enero de 2014

¿Qué punto de las normas te cuesta más cumplir?


Tratado el 08/06/2013.

En la primera reunión de grupo del 2014, además de los típicos deseos de paz y felicidad para el nuevo año, (cosa que aprovecho para desearos también desde aquí) hemos abordado este tema como ya lo hicimos en otras múltiples ocasiones, para tratar de conocer cuales son las medidas preventivas que más cuestan seguir a los miembros de la asociación en general; de esta forma es más fácil también, saber cuales son los temas que más a menudo y con mayor esfuerzo, tendremos que tratar y trabajar a lo largo del año, tanto en la asociación como en nuestra vida en general.

Como es normal, cada uno de nosotros tenemos un punto que se nos atraganta de manera especial, haciéndonos más difícil su cumplimiento; pero si existe uno que la mayoría mencione, sin duda alguna es el de la comunicación.
Ese suele ser el talón de Aquiles del que pecamos muchos, mi familia incluida; y aunque parezca mentira uno de los más importantes para conseguir una buena rehabilitación. Si os fijáis un poco no tardaréis en daros cuenta que precisamente la mala comunicación es lo que nos lleva en muchas ocasiones, a esa falta de “feeling” necesaria para adquirir la confianza que nos incite a tratar entre nosotros de cualquier tema sin tabú alguno. Por lo tanto trabajando este punto y mejorando nuestra comunicación con los demás, también podremos mejorar otras muchas cosas.

Otro de los temas candentes es el control económico, en ocasiones el enfermo pide ayuda y comprensión al familiar, pero más tarde en cuanto se da cuenta de lo que realmente significa esa ayuda, no está dispuesto a dejarse controlar y mucho menos económicamente por parte de nadie, sin pararse a pensar que en esos momentos no está preparado para hacerlo de forma autónoma; de hecho esa falta de control es la que suele dar lugar a percatarse de que se tiene un problema con el juego, sin conceder la misma importancia al resto de factores que intervienen en la ludopatía; como pueden ser el tiempo empleado y la falta de atención a otras cosas a causa de que el juego y preparar su entorno, absorbe toda la atención por parte del jugador. Mientras el ludópata, no cambie el modo de pensar con respecto a cuales deben ser sus prioridades, difícilmente se puede empezar a conseguir algo positivo cara a una rehabilitación.

También es muy importante el de la información, si no sabemos a que nos enfrentamos es imposible dar una solución aceptable, que sea duradera en el tiempo y no un mero lapso de tiempo entre una etapa de juego y otra. Este punto afecta de igual manera a los enfermos y familiares, en realidad debería afectar a toda la sociedad en general, para poder conseguir una
concienciación más practica para todos; que hemos terminado por ver como algo normal el practicar juego de azar y las apuestas, continua y desproporcionadamente; sin pensar en los riesgos que esto entraña y que a menudo se tratan de infravalorar y minimizar, hasta ser demasiado tarde, pasando al extremo opuesto y una vez que un individuo es incapaz de controlarse por haber adquirido una adicción, sencillamente se le margina y desprecia. Pero ya que la sociedad no lo hace en su conjunto, si debemos hacerlo al menos todos a quienes nos afecta la ludopatía de forma directa, en nuestra propia persona, o en la de un ser querido al que pretendemos apoyar.

El tema de tickets, decir a más o menos personas lo que nos ocurre y demás consideraciones, va unido a la intensidad con la que aceptamos lo que nos pasa y el empeño con que pretendamos trabajar para enfrentarnos a la enfermedad, quedando claro que cuanto más nos limitemos más difícil será la recuperación y que cuantas menos puertas cerremos a la enfermedad, más fácil tendrá ésta vencernos una vez más.

Hasta pronto.