jueves, 28 de marzo de 2013

Síndrome de abstinencia.


En mi opinión el síndrome de abstinencia es algo por lo que pasan todos los adictos sean del tipo que sean. Por supuesto y como cada persona es diferente aunque la enfermedad sea la misma, los síntomas se expresan en diferente forma y magnitud.
Hay quien dice “yo nunca tuve síndrome de abstinencia.” Para esos cabe recordar que es el síndrome y cómo puede llegar a expresarse:

El síndrome de abstinencia tiene lugar en el individuo cuando este deja de acceder a aquello a lo que es adicto. Este parar en la adicción puede ser llevado a cabo de forma voluntaria o involuntaria. Independientemente del modo en que se lleve a cabo el abandono momentáneo o continuo de aquello que a uno lo vuelve adicto, siempre aparece de una manera u otra un estadio que es conocido como el síndrome de abstinencia y que es quizás el más difícil de sortear en el camino a la rehabilitación plena.
El síndrome de abstinencia supone un sinfín de síntomas tanto físicos como psicológicos o emocionales que la persona sufre ante el abandono de aquello a lo que es adicto (una droga, el alcohol, el tabaco, el café, el juego o las apuestas, el sexo, el trabajo, etc.). Toda adicción supone una entrega casi total y permanente a ese elemento o actividad, su abandono repentino implica ciertas alteraciones que tienen que ver con la adaptación brusca a la falta del mismo. Los síntomas más comunes del síndrome de abstinencia, que se repiten en la mayoría de los casos independientemente del tipo de adicción, son la ansiedad, el nerviosismo, la inquietud, la hiperquinesis o la incapacidad para permanecer quieto, el stress, etc. En casos particulares, otros síntomas como las alucinaciones, las migrañas, la deshidratación también se hacen presentes.

Seguramente esa necesidad por andar recorriendo los pueblos, en otros casos dormir más de lo habitual, apuntarse a un gimnasio, retomar aficiones perdidas como la lectura, o realizar cualquier otro tipo de actividad para mantener alejado el cuerpo y la mente de la adición de cada cual, es la forma personal de combatir dicho síndrome. Quién sabe si de permanecer quieto en casa sin dar esos paseos, y a pesar de pensar no estar sufriendo ningún tipo de ansiedad (que a fin y a cabo es lo que representa el síndrome) esa persona se hubiese subido hasta por las paredes, enfocando su mal estar en un mal humor que a buen seguro pagarían los más cercanos en cuanto se le hiciera la más pequeña objeción. Por lo tanto reconocer las cosas no implica nada malo, sino todo lo contrario al haber sido capaz de encontrar el medio de minimizar los síntomas y pasar ese periodo de la mejor forma posible.
Eso forma parte de la rehabilitación, y precisamente por eso se recomienda el cambio de hábitos y la búsqueda o recuperación de aficiones tanto nuevas como abandonadas con anterioridad, porque nos ayudan a quitarnos un estrés que podría incitarnos a la recaída.
Hasta pronto.

viernes, 22 de marzo de 2013

Logros conseguidos desde que se empieza la rehabilitación.


Personalmente el principal logro que estamos consiguiendo es la confianza entre los miembros de la familia.
Algo que nos faltaba desde hace mucho tiempo, y que nos ha llevado a frecuentes discusiones que podrían haber sido fácilmente evitables si nos hubiésemos tomado más en serio la enfermedad desde el principio.
Pero que le vamos a hacer, los humanos somos así, parece que solo aprendemos a base de porrazos estúpidos y además muchas veces reincidentes. El gran ego con el que cargamos es un lastre difícil de controlar, nos encanta pensar que nosotros somos diferentes a los demás y que sabremos controlar cualquier tipo de situación por nosotros mismos, sin ayuda de nadie. Y eso que hasta cierto punto está bien pues te da seguridad y autonomía, cuando se lleva a situaciones extremas nos convierte en tremendamente vulnerables, porque con tal de no dar nuestro brazo a torcer, somos capaces de caer en lo más profundo.
Si algo se debe aprender desde que se entra a formar parte de una asociación, para el comienzo de una buena rehabilitación, es a darnos cuenta de que las experiencias aportadas por los demás miembros de ella, deben de servirnos a nosotros para no caer en los mismos errores.
Es cierto que todas las personas somos únicas e irrepetibles, pero también lo es que la ludopatía es igual para todos, y que hasta donde se llegue con ella tan solo es cuestión de tiempo.
Resulta curioso ver la cantidad de personas, (ludópatas o no) que dicen que ellos, o sus acompañantes nunca llegarían a ciertos extremos sin pararse a pensar que otros, seguramente estarán  diciendo o pensando lo mismo con respecto a ellos. La realidad es que las digamos “locuras” que cometen otros, y que nos parece que nosotros no seriamos capaces de cometer bajo ningún tipo de pretexto o condicionamiento, cuando se pierde el control hacia algo y una adición nos domina por completo, cualquier cosa, hasta la más terrible y despreciable es posible.
Seamos listos y aprendamos también de los errores y aciertos ajenos. Como decía mi madre con esa sabiduría que da la edad y experiencia en la vida “Vale más un porsiacaso que cien penseques” y es que las lamentaciones tardías no valen de nada, en ciertas cosas como en esta enfermedad por ejemplo, es mejor ir despacito siendo prudente, que ser alocado/a y perder en un momento lo que tanto esfuerzo y tiempo nos cuesta conseguir a todos.
Hasta pronto.

sábado, 16 de marzo de 2013

Volvemos al eterno debate ¿Quién tiene razón, “YO” y mi soberbia, o todos los demás?


En algunos casos parece que el paso del tiempo en una asociación no sirve de nada, resulta lamentable pero es así. Cuando alguien se obstina en aferrarse a sus ideas y se cierra en banda, es imposible hacerle entrar en razón, da igual las veces que se le digan las cosas y cuanta gente se lo diga, nada importa, tan solo su cabezonería para abrir los ojos y enfrentarse con la dura realidad. Todo lo demás será considerado por esa persona, cómo tonterías sin fundamento de gente que tan solo pretende hacerle la vida imposible.
Lo peor de todo eso es que para defender esa postura cuasi demencial, se llega a atacar a quien se ponga por delante sin ningún miramiento, llegando a extremos que podrían calificarse cómo crueles, ¿Porqué, hay algo más cruel que atacar sin compasión a quien te está apoyando?
Es comprensible que alguien afectado por una terrible adición cómo es el juego, antes de recibir tratamiento alguno pueda mantener una postura cómo esta, pero después de un cierto periodo de tiempo en tratamiento, con bastantes asistencias a terapias, si no ha cambiado su manera de ver y entender las cosas, es indicio de que tan solo ha asistido a ellas para calmar a los demás, pero sin poner verdadera intención de cambio.
Llegado a este punto, tan solo me queda por decir una cosa, ¡Cuánto tiempo perdido y cuanto dolor inútil sufrido! Espero por su propio bien que alguna vez recapaciten seriamente.
Hasta pronto.

jueves, 14 de marzo de 2013

Conocimiento de la ludopatía y métodos individuales para combatirla.


Ludopatía o juego patológico, es la pérdida del control de los impulsos al juego de azar.
Es fundamental para todo/a ludópata que quiera rehabilitarse, informarse y conocer la ludopatía, no solo padecerla. Al igual que con cualquier otra enfermedad el enfermo debe buscar la máxima información posible de su enfermedad, para lo cual el mejor camino es acudir a una asociación, un profesional, leer estudios o cualquier tipo de información relacionados con su enfermedad, o una mezcla de esos caminos. Eso sí, se debe tener mucho cuidado en contrastar esa información, sobre todo si esta viene de internet a trabes de foros de debate o blogs que traten del tema, como este por ejemplo. Lo que aquí escribo no deja de ser más que mi opinión basada en la propia experiencia como familiar, y la de otros compañeros que hacen lo propio con ánimo de prestar una ayuda y servicio para quien lo pueda necesitar.
Los síntomas que esta enfermedad suele producir son: una gran cantidad de mentiras, desde el acto más grave hasta el más pequeño o sin importancia (el ludópata suele ser un/a mentiroso/a compulsivo) irritabilidad constante, prepotencia, abandono personal tanto de higiene como de obligaciones (sobre todo a nivel familiar,) y un largo etcétera, que suele estar vinculado a estar abstraído/da en el mundo del juego (conseguir dinero, jugar, tapar las trampas y volver a empezar).
Son capaces de mantener en secreto su enfermedad durante largo tiempo, pese a que muchas veces ese secreto es conocido por mucha más gente de la que creen (vecinos, amigos, familia, compañeros de trabajo) gente que a pesar de saber que algo pasa, tal vez no son conscientes de la magnitud del problema, ni se atreven a intervenir en el.
Durante el tiempo que un ludópata está en activo, generalmente intenta por sus propios medios dejar el juego, sin ser capaz de conseguirlo. Esto ocurre por culpa de su adición y también por intentarlo empleando métodos “caseros” cómo pueden ser, el intentar controlarse ellos mismos el dinero y sus gastos, dejar un tipo de juego que consideran peligroso pero continuar con otros supuestamente menos perjudiciales, reducir la cantidad y tiempo de apuestas… Pero estos remedios no suelen dar el fruto esperado, por falta de perseverancia en ellos pero sobre todo porque o bien aun no son conscientes de su enfermedad, o porque desconocen lo que ella implica.
Una vez que se entra en una asociación, la cosa debe cambiar radicalmente, cumpliendo con todas sus normas a rajatabla, y sobre todo aprendiendo todo lo posible en relación con la enfermedad, ya que cuanto mejor la conozcamos mejor podremos combatirla. Ya no tendremos que experimentar con remedios caseros que nos llevarán a desviar nuestra atención de lo que realmente funciona, las enseñanzas del grupo.
Hasta pronto.

jueves, 7 de marzo de 2013

¿Puede volver a jugar alguna vez un ludópata?


La respuesta es clara, NO, de ninguna manera y a ningún tipo de juego de azar, al menos un ludópata que quiera ser responsable y que realmente pretenda salir del juego.
Es algo común que al principio de asistir a una asociación, grupo de terapia o profesional especializado, tanto el ludópata como sus acompañantes de tenerlos, y ha causa del desconocimiento lleguen a pensar que con el tiempo y una buena rehabilitación, el enfermo pueda jugar a algún tipo de juego que a primera vista pueda parecer inofensivo, como pudiera ser el caso de una partida de cartas con un grupo de amigos y sin apostar dinero. Por suerte la gran mayoría al poco tiempo se dan cuenta de que eso no es así. Aunque siempre quedan los más reticentes a aceptarlo, y que incluso con el paso de mucho tiempo siguen dando vueltas al mismo asunto.
Es en estas cosas en las que podemos darnos cuenta de lo realmente complicada que es esta enfermedad. Como culturalmente el juego esta bien visto, o incluso parece que el raro es aquel sujeto que no juega a algún tipo de juego de los muchos que existen, o de los nuevos que van apareciendo como las setas, día si día también (prueba palpable de los grandes beneficios que aportan a quienes los promueven, y legalizan) puede dar la falsa sensación, que por jugar después de un tiempo y tan solo de vez en cuando, no tendría mayores problemas.
Actitudes semejantes en otro tipo de enfermedades no tienen tan siquiera este tipo de preguntas, sencillamente todos damos por lógico que un enfermo de pulmón no debe fumar nunca más, o que un diabético se debe controlar el azúcar de por vida, porque de no hacerlo así ponen en serio riesgo su vida.
Y yo me pregunto ¿Porqué ocurre esto? ¿Es qué la ludopatía no os parece una enfermedad suficientemente seria? Si estáis leyendo este comentario existen tres opciones, o sois ludópatas, o tenéis un familiar o conocido muy cercano que lo es, o bien pensáis que podéis estar en uno de los dos casos anteriores, así que resulta fácil cuestionarse lo siguiente ¿Lo qué esta pasado conmigo o a mi alrededor, no es acaso merecedor de tomármelo más en serio? Si ha sido capaz de destrozar la vida a ese familiar o conocido, o a mi mismo ¿Por qué insistir en quitarle la importancia que realmente tiene? Pensad en ello.
Hasta pronto.

lunes, 4 de marzo de 2013

¿Qué norma de conducta te cuesta más cumplir?


El 18/octubre/2012 ya tratamos este tema, pero como a todos, es conveniente darles un repaso de vez en cuando.
Como dije en la vez anterior, nuestro caballo de batalla siempre a sido la comunicación, por suerte (bueno por suerte no, porque lo estamos trabajando) ahora está va mejorando aunque sea poco a poco, dependiendo del carácter de cada uno la comunicación se podrá mejorar más o menos pero siempre esta  supeditada al carácter, las personas más reservadas por mucho que se esfuercen, es fácil que nunca consigan un nivel de comunicación como el que puedan tener las personas que sean más abiertas a contar sus cosas a los demás. Aunque como sabemos, no siempre el que más habla es el que más comunica, porque algunas veces se queda tan solo en eso, en el que más habla.
¿Cuál es la vuestra? ¿El control del dinero? ¿La sinceridad y transparencia? ¿Ocupar el tiempo libre en algo positivo? … Ya me contareis.
Hasta pronto.

sábado, 2 de marzo de 2013

Distintas etapas en el juego.


Esto lo escribió J.G.M. en el foro futuro sin juego, me parece muy acertado y por eso lo pongo aquí.

PASOS…….

La economía no se resiente, tu estatus continúa estando en lo más alto, tu personalidad fuerte y alegre te mantiene alerta y juegas para distraerte. Ganas, pierdes, ganas, pierdes y no notas que baje la cuenta corriente.
La economía no se resiente y tú estatus sigue intacto, pero ahora, pierdes, pierdes y de vez en cuando, ganas. La cuenta corriente no baja todavía.
La economía no se resiente y el estatus, impecable, pero en el bar te miran diferente. Ahora no te mueves hasta que ganas, pero pierdes, ahora casi siempre pierdes. La cuenta baja. Y ya no juegas para distraerte, ahora lo necesitas.
La economía se resiente, ahora te miran con ojos burlescos y parodian tu imagen de persona seria perdiendo el tiempo en las maquinas. Tu cara de ansiedad delata el mal y sabes que tu cuenta esta bajando mucho. Ahora piensas que jugando recuperaras el dinero invertido en tanta maldad. Ahora necesitas jugar para pasar el día. Ganes, o pierdas.
La economía esta bajo mínimos, eres el ludópata del bar, del barrio por donde trabajas. Ya no te arreglas tanto e incluso llegas antes al curro para entrar al bar. Tú cuenta esta en rojo. Ahora solo pierdes.
Abres los ojos, has perdido 500€ en un solo día. Lloras, te lamentas, gritas, te insultas y autoflagelas, te inyectas una dosis de pesimismo y no cesan las lágrimas.
Estas enfermo y lo has reconocido. Pide ayuda.
Fiel reflejo de los pasos de un jugador social que poco a poco atraviesa una línea invisible y llega a convertirse en un jugador compulsivo.

UN SALUDO
TODO PROBLEMA TIENE SOLUCION
TU FUTURO NO ES UN JUEGO DE AZAR