jueves, 29 de noviembre de 2012

Consecuencias de la ludopatía.

Si, ya se que este tema lo hemos tratado este mismo mes, pero ayer en la asociación volvimos a hablar sobre el.
Es difícil explicar la emoción que puede provocar este tema, en los familiares que llevan mucho tiempo en la asociación y sus seres queridos están prácticamente recuperados o al menos están en el buen camino.
Antes incluso de empezar la terapia y tan solo con saber el tema que se va a tratar ese día, los recuerdos de esos tiempos pasados en la incertidumbre del que pasara, y el que será de mi ser querido, ahogan las gargantas e inundan los ojos de lagrimas.
Quien nos iba a decir a nosotros que tantas veces hemos llorado de pena y de impotencia, que en estos momentos también lloraríamos de felicidad.
Y es que amigos, ver que por fin son o empiezan a ser personas libres de ataduras a su adición y pueden llevar a cabo sus nuevas expectativas de futuro, tal vez menos ambiciosas, pero seguro que mucho más realistas, nos hace relegar el pasado a una simple pesadilla de la que por fin somos capaces de salir.
Para los que están empezando el camino esto les sirve de estimulo para luchar con fuerza y ser capaces de poder sentir alguna vez esa misma emoción.
Una terapia dura, aleccionadora y terriblemente positiva.
Gracias Emi.

Hasta pronto.

domingo, 25 de noviembre de 2012

Nuevas tecnologías.


Vivimos en un tiempo en el que estar conectado ha pasado de ser un lujo a ser una necesidad, y en el que los jóvenes y los no tan jóvenes, que quieran tener una vida social activa pueden desprenderse de cualquier cosa menos de las redes sociales vía móvil o cualquier otro artefacto electrónico de última generación.
Hoy en día si no tienes una cuenta de whatsapp, facebook, twitter, tuenti o cualquier otra red social que se precie (a menudo varias de todas ellas) no existes.Y eso nos hace estar más pendientes de no quedarnos sin batería o cobertura, que de cualquier otra cosa.
Las notas del colé de los niños, sus trabajos y deberes, las pizarras, sus juguetes... Todo es digital, todo funciona a trabes de la red. Los adolescentes se relacionan y viven por y para la red, y no nos engañemos los adultos también,
¿Quien viaja sin GPS? ¿Quien se comunica por un teléfono que no sea un smartphone de última generación, desde los que se puede hacer prácticamente cualquier cosa? seguramente lo que menos se hace es llamadas de voz, pues todo funciona mediante mensajes, en fin que sin conectarnos no somos nadie.
Este nuevo mundo tecnológico por supuesto tiene muchas ventajas, pero también como en todo hay inconvenientes.
Entre esos inconvenientes para nosotros, los que estamos relacionados de una forma u otra con la ludopatía, la peor de todas es que el acceso al juego de cualquier clase, lo tenemos continuamente en el bolsillo, y eso para un ludópata es una gran tentación, a la vez que para los familiares una dificultad añadida a la hora de llevar un control riguroso. Ahora no se necesita dinero físico, ni tiempo añadido para poder jugar, ya que desde el mismo puesto de trabajo se puede, vía internet jugar a lo que se quiera, y cuando se quiera.
Y a todo esto le podemos añadir la nueva adición a la tecnología en si misma, pues no todo se tiene que valorar en dinero, nuestro tiempo también es algo muy importante a lo que no siempre se le presta la atención debida.
Hasta pronto.

jueves, 22 de noviembre de 2012

Comparativa entre calidad de vida con juego y sin juego.



Personalmente solo puedo opinar desde mi lugar como familiar. A otros corresponderá si lo creen necesario dar su opinión como enfermos.

Desde que mi esposa empezó a jugar, cosa de la que desconozco la fecha, hasta que yo tuve conocimiento de ello, mi calidad de vida podría calificarse de aceptable, habíamos formado una familia con la lógica pretensión de labrarnos un futuro en común, con un trabajo mas o menos estable que nos permitió ahorrar lo suficiente para comprar una vivienda propia, en la que vivir y criar a nuestro hijo, tener las necesidades cubiertas y mirar con esperanza el futuro. En fin una joven e incipiente familia de clase normal, con todo lo bueno que tiene la palabra normal, sin sustos ni sobresaltos, tan solo el de ver que nos depararía la vida.
Y mira por donde mi futuro para muchos años de penurias, llantos y malos momentos se estaba, nunca mejor dicho, jugando en ese mismo tiempo.

El juego entro como un vendaval en mi vida arrasando todo por lo que habíamos estado luchando, con una fuerza infernal, que bien sabe Dios, solo me hizo mantener firme en algunas ocasiones, el hijo que compartía nuestras cada vez mas frecuentes peleas y gritos, sin entender por su corta edad el porque de esas situaciones.
Ha sido un camino muy duro de recorrer y en el hemos dejado buena parte de nuestra juventud y felicidad, pues a lo largo de dieciséis años, que en su momento parecieron eternos y sin un buen termino posible, dado que ni el nacimiento de nuestra nueva hija pudo poner fin. Más bien al contrario volvió a repetirse la historia y hubo otra etapa de juego sin control.
Hoy en día y desde hace unos cinco años, la situación cambio por completo, lo que durante tanto tiempo estuve buscando y esperando, empezó a surgir como fruto de la tierra, mi esposa dio un giro radical y se propuso firmemente hacer lo posible por salir y dejar atrás todo ese lastre que nos estaba hundiendo en la mas miserable de las desdichas, como es la profunda desconfianza que envolvía todas nuestras acciones, desde entonces y aunque tampoco ha sido nada fácil, ir dejando cada vez más atrás ese oscuro tiempo, lo estamos consiguiendo y las satisfacciones encontradas en ello hacen valorar muy positivamente lo conseguido hasta ahora, y cuando algunas veces como en este momento, me pongo a recordar esas fechas pienso en como habrá sido posible superarlas, y en que ojala no se repitan nunca.

Esto es lo que nos hace seguir en la asociación, para no olvidar nunca que el enemigo esta siempre presente y cada vez con mayor presencia en el mundo cotidiano.
Hasta pronto.

domingo, 18 de noviembre de 2012

Sinceridad y transparencia.

Tema tratado con anterioridad y en futuras ocasiones, por su importancia en la rehabilitación. Esta es una enfermedad repetitiva o recurrente y por lo tanto su tratamiento también lo es, merece serlo para que nada quede en el olvido.

Sinceridad y transparencia son normas básicas para una correcta convivencia social, e imprescindibles para una buena rehabilitación en el transcurso diario, de quien se proponga dejar atrás un oscuro pasado de ludopatía.
Este tema en concreto, tal vez más que en cualquier otro debe ser llevado a la practica, por todas las partes que intervienen en la rehabilitación de una ludopatía, El/la ludópata, su propio entorno de apoyo, y las asociaciones y profesionales, que velan por la correcta educación y uso de la misma, en todo lo referente a la ludopatía.

El/la ludópata, tiene que llegar a comprender que si no se dan estos requisitos, el camino que le/la espera por delante va a ser mucho más complicado y tortuoso de lo que ya es de por si, él/ella es el eslabón principal en esta enfermedad, pero no siempre el más frágil, y solo de él/ella depende salir airoso/a o no, de todo el largo proceso de recuperación. Por lo tanto es él/ella y no otro/a, quien debe de dar los primeros pasos en unos aspectos siempre apartados en el transcurso de la enfermedad, y posiblemente con anterioridad, como son la sinceridad y la transparencia, de esta manera las personas que pretendan dar su ayuda, sabrán a que atenerse y el camino a seguir.

Los familiares y amigos, por nuestra parte tenemos que corresponder de igual manera, pero si detectamos un temor por parte del enfermo/a a dar ese primer paso, debemos tomar la iniciativa y con nuestra propia conducta sincera y transparente motivar la suya.

Tanto las asociaciones como los profesionales de la salud, son los centros y las personas a quienes acudimos en demanda de ayuda y apoyo, por lo que una actitud para con ellos diferente a la sinceridad y transparencia, está fuera de lugar, pues ¿para que nos servirían sus enseñanzas y consejos si no les permitimos a base de falsedades y ocultaciones, dirigirlos en la dirección correcta?
Por parte de ellos, se les presupone una ética acorde a lo demandado a sus socios y pacientes.

Hasta pronto.

jueves, 15 de noviembre de 2012

Juegos sustitutorios.

Esta es la definición para todo tipo de juego de azar, con el que el ludópata busca reemplazar la emoción perdida.
Al conocerse la situación en la que se encuentra un/a jugador/a, tanto su familia como ellos mismos buscan ponerle una solución, que normalmente pasa por acudir a una asociación un profesional de la medicina, o ambas cosas a la vez.
En un principio y por desconocimiento, en muchas ocasiones se tiende a pensar que con dejar de jugar a ese juego en particular al que se esta "enganchado" es suficiente. Pero eso no es así ni mucho menos, un ludópata es una persona que ha perdido el control de los impulsos hacia el juego de azar, a TODO tipo de juego de azar y no de uno en exclusividad, por lo tanto un/a ludópata no debe practicar NINGÚN juego de azar, sea del tipo que sea, ni él solo ni en compañía alguna, es necesario que comprenda lo antes posible, que NUNCA volverá a ser un jugador social.
Si el ludópata al dejar el juego habitual juega a otro, aunque sea de forma esporádica y "por pasar el rato" como suelen decir al referirse a las partidas con los amigos o familiares, y a pesar de la también típica excusa de "si solo nos jugamos el café," no importa con quien o donde esté, el problema es el mismo, la mente del ludópata no hace distinciones, ya juegue dinero o no y aunque este parezca de lo más inofensivo la realidad es bien distinta, pues esa partida o esa moneda echada en una maquina y aunque ese no fuese su juego habitual, conseguirán mantener o reactivar ese impulso incontrolado a querer algo más y de esta manera poco a poco volver al infierno anterior.
En el tema de los juegos sustitutorios, los familiares y demás entorno social que seamos conocedores de la enfermedad, tenemos la posibilidad de prestarles un gran apoyo, y este puede ser de varias formas, no dejándoles jugar, no incitándoles a jugar y también siendo solidarios con ellos, no jugando en su presencia, pues esto puede llevarles a un estado de angustia al no poder participar como hacían antes.
Poco a poco irán aprendiendo a vivir rodeados por el juego y que este no les afecte, puesto que nos guste o no el juego en una cada vez más amplia variedad de formas, se cruza con nosotros continuamente en el transcurso del día a día.
Hasta pronto.

domingo, 11 de noviembre de 2012

Juego patológico.

Desde que nacemos todos jugamos, esas actividades nos permiten aprender y formarnos como personas.
El juego puede realizarse para distintas cosas, la meramente educativa y también para aportarnos momentos de ocio, a su vez ese juego ocioso se puede realizar de una forma individual o colectiva, cuando se hace de esta última forma se denomina social, pues nos permite relacionarnos con otra gente que tiene nuestros mismos gustos o intereses.
El juego ocioso ya sea individual o social, puede conllevar apuestas y estas pueden ser económicas o de otro tipo.
Mientras se desarrolle de manera totalmente controlada, no tiene por que representar problema alguno, se pasa un tiempo agradable tanto sea solo como acompañado y punto, todos contentos.

Ahora bien cuando ese tiempo, empieza a prolongarse, se ponen pequeñas disculpas para alargarlo cada vez mas, se realizan apuestas económicas poco a poco mas fuera de nuestras posibilidades, y con una frecuencia mayor, justo en esos momentos es cuando el juego empieza a dejar de ser social, son esos momentos en los que empieza a gestarse una adición, es ese tiempo altamente peligroso en el que el juego, pasa de ser ocioso o social, a ser patológico.

Desgraciadamente el cambio se va produciendo de una manera tan sutil, que el jugador no hace caso de las señales de alarma que saltan a su alrededor, las discusiones aumentan, se degradan progresivamente las tareas o trabajos, las disculpas se amontonan y dejan de ser pequeñas e inofensivas, las deudas empiezan a aparecer, la convivencia se enturbia... Todo un cúmulo de cosas, a las que no se les da el valor que tienen, hasta que sencillamente pasan a ser indiferentes, lo único importante en la vida es el juego, no importa la familia, trabajo, amigos... Nada importa, salvo el juego.
Por él se miente, roba, amenaza, se abandona, se deja de ser al fin y al cavo un ser racional.

Paralelamente a esa situación su entorno mas allegado, va notando los cambios y dependiendo de lo perspicaz que se sea, y de la capacidad de engaño y ocultación por parte del jugador, otorgara esos cambios a los mas diversos y variopintos motivos, generalmente alejados de la realidad, pues comúnmente el juego es la última actividad en la que se depositaria sospechas.
Hasta pronto.

jueves, 8 de noviembre de 2012

¿Cómo hacer frente a las deudas?


Esta pregunta siempre genera un debate en torno a si es el tema económico, o el afectivo lo más importante a tener en cuenta en una ludopatía.
Lo que si queda claro es que ambos aspectos quedan seriamente dañados.
En mi opinión, lo que nos lleva a las asociaciones y especialistas, tanto a los enfermos como a los familiares en una gran mayoría es la cuestión económica, generalmente cargada de deudas difíciles de solventar, pues no solo se trata del dinero para pagarlas, sino que también influyen en ellas factores, como la ocultación por parte del enfermo de la cuantía exacta, siempre intentando minimizar el problema de forma aparente, como de la sociedad en general (familiares incluidos) que no comprenden el como ni el porque de dichas deudas.
Una vez localizadas y estudiado el problema, se les debe de asignar un grado de prioridad, dependiendo del acreedor.
Si este es una entidad financiera por lo general será más reticente a modificar los plazos y si no es posible una renegociación de los mismos, se tendrá que buscar una solución más inmediata, intentando evitar altos intereses o posibles embargos.
De ser un acreedor particular es comveniente, ser franco con el y exponer claramente lo que pasa, pidiendo un tiempo prudencial para efectuar el pago negociando las condiciones del mismo. Siempre bajo fiscalización o vigilancia del familiar o conocido que se va a hacer cargo del control del dinero. Esto es importante para evitar desconfianzas y sospechas sobre el pago o no de la deuda.
Reunir todas las deudas en una sola, pidiendo un crédito y poder pagar a todos de una vez, en ciertas ocasiones puede ser perjudicial pues las mensualidades podrían superar nuestros ingresos, con lo que generaríamos otro grave problema.
No es conveniente precipitarse en la toma de esas decisiones, pues las consecuencias pueden ser elevadas.

En cuestión afectiva, lógicamente el tema es mucho más personal, nadie reacciona igual a las mismas cosas.
Por lo que a mi respecta, decir que me considero "pagado" al ver la mejora en el día a día de nuestra relación, gracias al esfuerzo puesto en su recuperación.
Lo pasado es fruto de una enfermedad y no de un capricho, por lo tanto si está poniendo los medios necesarios para su rehabilitación, lo mejor que puedo hacer es seguir ese mismo camino y poner mi propia parte para conseguir lo mismo, y de esa forma tener una vida mas plena y feliz.
Hasta pronto.

lunes, 5 de noviembre de 2012

Sentimientos de culpa.

Oyendo hablar tanto a enfermos como ha familiares, creo que los sentimientos de culpa son algo común en casi todos, al menos al principio de tratar con la enfermedad. A medida que pasa el tiempo y se sigue una buena rehabilitación, se va conociendo la enfermedad y comprendiendo que es está la que atrapa al Ludópata y no al revés.
Por lo tanto los actos y las consecuencias derivadas de la enfermedad son por culpa y a causa de ella, no de quienes la padecen o sufren. Nadie quiere ser esclavo de la misma, pero a eso es a lo que se llega.
Por mi parte como familiar si tuve fuertes sentimientos de culpa. Tanto por no darme cuenta a tiempo de evitar que se llegase a desarrollar la enfermedad, como de haber dejado sola tanto tiempo a mi esposa, dándola así la oportunidad de pasar tanto tiempo jugando.
¿Como era posible que estuviese tan ciego para no darme cuenta de lo que ocurría a mí alrededor?, fue durante mucho tiempo algo que no podía apartar de mi mente, por eso me consideraba culpable de lo ocurrido en gran parte. A medida que iba descubriendo la realidad de esta enfermedad y de lo mentirosos compulsivos en que convierte a quien atrapa, también me iba dando cuenta de que seguramente hubiese dado igual cual fuera mi comportamiento, su adición la abría hecho manipular las cosas de tal forma que tampoco me hubiese dado cuenta. De hecho ha tenido varias recaídas en el transcurso de su rehabilitación, y a pesar de mi vigilancia ella siempre consiguió eludirla. Con lo que queda claro que el peso de la rehabilitación es del propio ludópata si él/ella, no hace las cosas bien, lo demás poco importa.

jueves, 1 de noviembre de 2012

Consecuencias de la ludopatía.

Para mí como familiar, la peor consecuencia que me ha traído la ludopatía de mi esposa, ha sido la perdida total de la confianza.
Durante muchos años, ese ha sido mi caballo de batalla, recuperar la confianza perdida. Como se puede comprender, un matrimonio sin una confianza mutua es un matrimonio muerto, algo sin sentido, ¡de que vale vivir en pareja, si falta precisamente lo que une toda relación!
En ese tiempo, cruel y plagado de peleas y sentimientos de culpa, lo único que consiguió mantenernos unidos fueron nuestros hijos. Solo Dios sabe que hubiese sido de nosotros de no haber sido por ellos.
Parecía como si de una maldición se tratase, cuando llevábamos una larga temporada sin problemas aparentes, cuando se empezaba a ver luz en el fondo de tan tenebroso túnel, una nueva recaída nos retrollevaba de nuevo al principio.
Para mí era como si lo que buscase fuese justamente eso, para castigarme una y otra vez por algo que no lograba averiguar, por más que la preguntaba nunca obtenía respuesta.
Torpe de mí, tarde mucho tiempo en comprender que ella, no luchaba contra mí, sino contra el peor enemigo que alguien se puede echar a la cara, ese enemigo era ella misma.
Su enfermedad la había trastornado de tal manera, que era incapaz de controlar sus impulsos hacia el juego, y para conseguir satisfacer esa bestia que llevaba dentro la daba lo mismo pasar por encima de quien fuera, incluso de ella misma, pues por supuesto se daba perfectamente cuenta de todas y cada una de las barbaridades cometidas, pero era igual, aun así seguía para delante arrasando lo que se pusiese en su camino, la enfermedad la poseía por completo.
Gracias a Dios, (esto solo es una forma de decirlo, realmente las gracias se las debo dar únicamente a su lucha por superarse) una de estas ocasiones algo cambio en su cabeza y empezó la rehabilitación que todos esperábamos.
Poco a poco ha ido mejorando su vida y por lo tanto, la de todos los que la queremos, la confianza va regresando muy lenta pero satisfactoriamente.
Solo espero que siga así durante toda nuestra vida.